Eva Gaos 23
Eva Gaos siente inflamarse el aire en los pulmones, tose barbaries y salpica de oxígeno las flores nocturnas, las que sólo crecen en el jardín pupilar de la locura, las de tallo horizontal, esas que mueren al primer rayo de sol y florecen en alfombra para recoger los escombros del ego, las que son alimento del abuso y estandarte del incrédulo... Eva Gaos cuece los pétalos de la dudas en la emergencia de un verso... y conjura a la luna que pretende soledad.
Te leo, Eva, te acompaño nocturna y te quiero cada día un poco más.
ResponderEliminarUn beso.